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Senga Nengudi and Maren Hassinger 5i655l

Exposición / Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) / Guillem de Castro, 118 / Valencia, España
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Cuándo:
22 may de 2025 - 02 nov de 2025

Inauguración:
22 may de 2025

Comisariada por:
Lucia Aspesi, Nuria Enguita Mayo

Organizada por:
Institut Valencià d’Art Modern (IVAM)

Artistas participantes:
Maren Hassinger, Senga Nengudi

ENLACES OFICIALES
Web 

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Descripción de la Exposición

Valencia (21.05.25). El Institut Valencià d'Art Modern (IVAM) inaugura la exposición ‘Senga Nengudi y Maren Hassinger’ que explora a través de más de 30 obras la relación vital y artística de estas dos mujeres afroamericanas a lo largo de cinco décadas. “La exposición es una de las más importantes a nivel europeo sobre el trabajo de Senga Nengudi (Chicago, 1943) y Maren Hassinger (Los Ángeles, 1947) en los territorios de la performance, la instalación y la escultura”, ha explicado la directora del IVAM, Blanca de la Torre. Un trabajo que se originó en la década de los setenta cuando eran de Studio Z en Los Ángeles. Studio Z fue un colectivo espontáneo de creadores que se originó en los años setenta “con el objetivo de crear un espacio en el que los artistas afroamericanos pudieran expresarse libremente y prestarse apoyo mutuo”, explicó. La secretaria autonómica de Cultura, Pilar Tébar, ha destacado que esta exposición “permite profundizar en la práctica artística de dos artistas fundamentales que desarrollan un interesante trabajo de forma conjunta, que comparten sensaciones y formas de entender el arte”. Comisariada por Lucia Aspesi y Nuria Enguita, la exposición reúne vídeos, esculturas, instalaciones, fotografías y textos que datan de 1969 a 2014 de ambas artistas. “Estuvieron activas entre Los Ángeles y Nueva York hasta los años ochenta y después continuaron su amistad a través de cartas, llamadas o encuentros”, detalló Aspesi. A pesar de partir de distintos posicionamientos estéticos -Nengudi vinculada al dadaísmo y el surrealismo, y Hassinger cercana al minimalismo y posminimalismo- ambas compartieron intereses comunes en torno a la danza, la dimensión performativa del cuerpo y la exploración conceptual de los objetos escultóricos. “Sus trabajos están atravesados por su vínculo personal”, destacó la directora del IVAM La comisaria Lucia Aspesi relató que la exposición no sigue un orden cronológico y se articula en un recorrido a través de cinco ámbitos. El punto de partida son dos textos breves escritos por las artistas en el año 2000 que sirven de preámbulo a la muestra: ‘Manifiesto’ de Maren Hassinger y ‘Maren y yo’ de Senga Nengudi. A partir de ahí se despliega un amplio corpus de obras que denotan las influencias de la una sobre la otra, sus colaboraciones y sus intereses mutuos. Pioneras en el uso de objetos encontrados, mientras que Maren Hassinger desarrolló una escultura posminimalista en la que conviven materiales naturales —ramas, hojas— con elementos industriales —cables, cemento, metales—, Senga Nengudi centró su trabajo en la interrelación entre cuerpo, objeto y espacio. Son célebres sus instalaciones de medias de nailon rellenas de arena, iniciadas tras el nacimiento de su primer hijo. La comisaria ha subrayado que la relación entre performance y escultura característica de Nengudi le llevó a interesarse por la tradición japonesa del teatro No y las danzas kabuki, así como las danzas rituales negras, las ceremonias yorubas y otras prácticas ritualísticas corporales. “La idea de performance impregna el trabajo de ambas artistas desde el principio. De hecho, las dos tiene interés y formación en danza y es a partir de estas raíces que empezaron a comprometerse con la materia”, detalló. La muestra también explora el interés de las artistas por “formatos colaborativos”. Ambas fueron coautoras y aparecieron en las performances de cada una en numerosas ocasiones, además de ser de Studio Z. Junto a las obras de Senga y Maren la exposición reproduce vídeos de Barbara McCollough y Ulysses Jenkins - dos cineastas cercanas a ellas - que documentan formas de acciones colaborativas de los años 70 y 80. “Senga Nengudi y Maren Hassinger desarrollaron sus trayectorias artísticas mientras enfrentaban la complejidad de ser mujeres (y racializadas), madres, cuidadoras y artistas en un contexto sociohistórico especialmente adverso”, en palabras de Blanca de la Torre. “Esas prácticas de resiliencia cultural son las que recoge el IVAM para hacerlas visibles, pues el museo ha de crear espacios en los que dar cabida a otros relatos y otras voces que han sido, históricamente, relegadas”, concluyó. ------------------------------------------- Desde la década de 1970, Senga Nengudi (Chicago, 1943) y Maren Hassinger (Los Ángeles, 1947) han colaborado en la creación de un rico corpus de trabajo que abarca instalaciones, performances, vídeos, textos y esculturas. Han sido coautoras y han aparecido en las performances de cada una en numerosas ocasiones, además de ser de Studio Z. Un colectivo espontáneo de artistas, bailarines y músicos afroamericanos que incluía, entre otros, a David Hammons, Barbara McCullough, Franklin Parker y Houston Conwill. El grupo se mantuvo en activo en Los Ángeles entre los años setenta y ochenta, con la visión compartida de crear un espacio en el que los artistas afroamericanos pudieran expresarse libremente y prestarse apoyo mutuo. La naturaleza de estas colaboraciones se basó en una actitud abierta, improvisada y exploratoria entre las prácticas de cada miembro del grupo. La muestra ofrece un panorama profundo de las prácticas de Senga Nengudi y Maren Hassinger, desde sus inicios hasta la actualidad, estableciendo un diálogo hecho de rastros, ecos y reverberaciones entre sus singulares caminos compartidos. Las dos artistas tejieron un espacio común como medio de supervivencia a través de sus amistades y experiencias de realidades políticas compartidas. En el origen de la exposición se encuentran dos textos de las artistas Manifesto. Maren Hassinger, 2006 y Maren and Me. Senga Nengudi, 2009, que dan inicio a un viaje que abarca ideas de transición e impermanencia vinculadas al movimiento en la danza y la escultura. Su lenguaje artístico tiene sus raíces en el vocabulario del posminimalismo, donde lo artificial y lo orgánico, el orden y el caos, se canalizan en una ref lexión poética sobre las mujeres, lo cotidiano y el apoyo comunitario. SALA 1 La obra de Maren Hassinger durante la década de 1970 surge en un momento marcado por las rupturas con el minimalismo, que se producen en el ámbito del arte norteamericano en la obra de artistas como Eva Hesse, por ejemplo, que Maren conoció a principios de los años setenta. Hassinger rechaza igualmente el formalismo del arte minimalista y, en su caso, comienza a trabajar con materiales naturales como ramas de árboles, combinados con materiales industriales como cuerdas, cable, cemento o acero. Mas allá de una ref lexión ecológica contra el industrialismo y la incipiente conciencia climática, a Hassinger le interesa la tensión entre naturaleza y cultura, no como ámbitos opuestos, sino en su relación compleja, y por ello sus materiales se transforman, superando su oposición: la dureza del acero es maleable y dialoga con las ramas del árbol, que son resistentes y frágiles a la vez. El movimiento es una constante en la obra de Maren Hassinger, tanto en sus esculturas como en sus performances y activaciones de obras. Hassinger tenía formación como bailarina, pero sobre todo desarrolló, como se puede ver en esta exposición y en gran medida al compartir ideas con Senga Nengudi, un modo libre de dialogar con las esculturas de ambas, donde los pensamientos artísticos y los de la danza se unen y revelan el entrecruzamiento entre cuerpo, tacto y escultura. La introducción del tiempo y el movimiento, a su vez, diluyen el espacio separado del objeto y les permiten una comunicación directa con el espectador. Maren Hassinger Green (1990s) Maren Hassinger empezó a trabajar en Green en 1992. En el vídeo, las primeras imágenes que se ven son abstractas —destellos de luz verde circular— y después la cámara se desliza sobre fenómenos visuales naturales. Una voz acompaña las secuencias, y es evidente que el texto hablado se interpreta en directo en respuesta a las imágenes, casi como una partitura verbal compuesta específicamente en el momento para el f lujo de los visuales. La voz tiene una función narrativa, pero también asume una forma contemplativa de dirección directa. Sólo al final de la pieza, nos enteramos de que el narrador de este viaje poético es Senga Nengudi. SALA 2 A partir de la década de 1980, Maren Hassinger comienza a trabajar en proyectos públicos, sus ref lexiones se centran en cuestiones sociales y amplia su paleta de materiales: globos, bolsas de plástico o papeles de periódico, sobre todo de The New York Times, que despedaza y convierte en paisajes mediáticos. Tras Pink Paths [Caminos rosas] y Pink Trash [Basura rosa] —dos performances realizadas en 1982 en las que la artista pinta de rosa un espacio urbano abandonado o recoge papeles y restos de cigarrillos en el suelo, los pinta de rosa y los devuelve a la ciudad— Hassinger realiza una serie de instalaciones donde acumula bolsas rosa inf ladas que adoptan formas diversas en relación con la arquitectura donde se instalan, abrazando paredes y esquinas. La artista comentaba sobre la performance Pink Trash que su intención era devolver los papeles de la basura a la naturaleza, de donde proceden, en una especie de circularidad y conectividad biológica, y a la vez crear una obra de arte. El trabajo de Nengudi se desarrolla en torno al tacto, la participación y las relaciones sociales. La serie de esculturas y performances R.S.V.P. son las piezas más reconocidas de la artista que, iniciadas en los años setenta, hablan de su manera de concebir el arte y evocan una rica imaginería y economía de medios. Se trata de arreglos de medias de nailon, rellenas de arena y ancladas a objetos encontrados, que se exhiben a lo largo de los espacios de la galería y que trazan coordenadas entre las paredes, las esquinas o los techos. La artista comenzó a concebir la serie después de dar a luz a su primer hijo y, en la mayoría de los casos, alude a figuras femeninas que encarnan estados de transición o metamorfosis, que evocan tocados, joyas u objetos propios de rituales. En un principio, estaban pensados para ser activados en actuaciones que involucraban danza y música, como se muestra en el tríptico fotográfico Performance Piece [Pieza de performance, 1978], donde Maren Hassinger baila con uno de los R.S.V.P. de Nengudi. Senga Negudi Ceremony for Freeway Fets (1978) Orquestada por Senga Nengudi en la primavera de 1978, la performance: Ceremonia para los espíritus de la autopista, presentada aquí como narración fotográfica, fue una improvisación de sonido y movimiento. Junto con Nengudi —que llevaba una lona amarilla—, las imágenes retratan a Maren Hassinger —que encarna la energía femenina—, David Hammons —que representa la energía masculina— y del Studio Z, que interpretaron la atmósfera musical de la acción. Este grupo de amigos, artistas y músicos fueron figuras activas en el desarrollo de la performance, de una hora de duración aproximadamente. Por lo general, Studio Z creaba acciones colectivas en las que resonaba el significado de gestos espirituales y rituales. Estas acciones eran la respuesta a los procedimientos de exclusión y categorización de la cultura dominante de ese período. SALA 3 Senga Nengudi Trance de distorsión (2007) Producida durante una residencia en el Fabric Workshop and Museum de Filadelfia en 2007, la instalación de vídeo multicanal es el resultado de una investigación que Nengudi llevó a cabo sobre los procesos de tejido a máquina en fábricas textiles. El metraje se proyecta en tres pantallas hechas de muchas tarjetas perforadas y unidas entre sí que, en la época anterior a la informática, se utilizaban para programar el tejido y los patrones de los textiles. Warp Trance [Trance de distorsión] es un viaje inmersivo marcado por ritmos de sonidos, colores y superficies, que lleva aún más lejos los intereses de la artista en la danza y el ritual y los conecta con la maquinaria industrial. Senga Nengudi Apropiación Aérea en el JAM (1981) La relación entre performance y escultura es una constante en el trabajo de Senga Nengudi. La artista se interesó por las danzas kabuki y el teatro Nō el año que pasó como estudiante en Japón en 1966, pero también por las danzas rituales negras y otras prácticas del cuerpo como las ceremonias yorubas. Air Propo at JAM [Apropiación Aérea en el JAM] es una performance presentada en la galería JAM (Just Above Midtown) en 1981. JAM fue un proyecto de Linda Goode Bryan que congregó a muchos artistas afroamericanos en Nueva York. Un espacio sin restricciones, como dijo en alguna ocasión Senga Nengudi. Junto con el músico Butch Morris y la performer Cheryl Banks, Nengudi desarrolla Air Propo at JAM, una performance en la que a través del aire que proyecta y recoge su cuerpo, repasa estados de fragilidad, confusión o desorden. El aire, como la arena o el agua, son también materiales fundamentales en su trabajo que le sirven para crear una nueva gramática de sentidos y significados que apuntan casi siempre, como en Maren Hassinger, a una fuerte consciencia del cuerpo y su ecosistema humano, así como de nuestras memorias y formas de estar en el mundo. Flying [Volando] consistía en una performance colaborativa de Maren Hassinger, Senga Nengudi, Ulysses Jenkins y Franklin Parker en la que cada artista planteaba una idea que se uniera a la de los demás. Proyecciones de vídeos de gaviotas y motivos africanos sobre las ropas blancas, movimientos simulando gestos de pájaros o una coreografía con largos listones, se ensamblaban con la música para hablar de movimientos diaspóricos. Dream City [Ciudad de ensueño], de Ulysses Jenkins, documenta una performance que duró 24 horas. Concebido casi como un vídeo-ritual, recoge performances de personas de origen mexicano, asiático y afroamericanas, que mostraban la ciudad de Los Ángeles como un complejo espacio de experimentación y de intercambio. Rodado como respuesta a la elección de Ronald Reagan en 1980, se refiere críticamente al sueño americano, y a una ciudad entre la alucinación y la cacofonía. SALA 4 Maren Hassinger, al igual que otras artistas de este momento, como Senga Nengudi, introdujo un cierto desorden en las formas primarias manufacturadas y los rígidos sistemas del minimalismo. Centrándose en la organización del material, la estructura inherente de sus objetos e instalaciones está entre el caos y el orden, donde yuxtapone lo rígido o lo sistémico de una ordenación espacial con la expresividad orgánica de una palmera o un matorral en movimiento. El viento como metáfora y símbolo ha sido constante en la obra de Hassinger, es una fuerza contra la cual luchar, pero en su caso también para bailar y abrazar; es una transcripción de espiritualidad, es aliento y transformación. La tensión entre el orden jerárquico de la sociedad industrial y la arbitrariedad de la naturaleza es un leit motiv en su obra. SALA 5 El enfoque de ambas artistas hacia la escultura está fuertemente influenciado por los paradigmas del posminimalismo, con la idea de que los materiales y las formas no son meramente autorreferenciales sino que encarnan una escala y un vocabulario más humanos. Al yuxtaponer lo duro y lo blando, lo tenso y lo flácido, lo artificial y lo orgánico, las obras reunidas en esta sala son profundamente expresivas en cuanto al enfoque de las artistas hacia los materiales, el proceso y el motivo de la obra. Las esculturas Water Composition [Composición de agua] de Senga Nengudi están hechas con sacos de vinilo llenos de agua teñida; sus formas se adaptan a la tensión de las cuerdas utilizadas para colgarlas en las paredes o a la presión de su propio peso sobre el suelo. La instalación de Hassinger, Untitled [Sin título, 1972-2020], por su parte, compuesta por diferentes cuerdas de manila suspendidas en el techo o colocadas en el suelo, aborda una idea de repetición y bucles. Nengudi y Hassinger se formaron en danza antes de empezar a trabajar con formas escultóricas y estas piezas mantienen la sensación de movimiento e impermanencia que impregna sus prácticas.


Entrada actualizada el el 21 may de 2025

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Senga Nengudi y Maren Hassinger. Esculturas R.S.V.P. activadas por Senga Nengudi y Maren Hassinger en “Performance Piece—Nylon Mesh and Maren Hassinger,” 1977.  Foto: Harmon Outlaw, Pearl C. Wood Gallery, Los Angeles. Cortesía RedLine Gallery / Maren Hassinger

Senga Nengudi y Maren Hassinger. Esculturas R.S.V.P. activadas por Senga Nengudi y Maren Hassinger en “Performance Piece—Nylon Mesh and Maren Hassinger,” 1977. Foto: Harmon Outlaw, Pearl C. Wood Gallery, Los Angeles. Cortesía RedLine Gallery / Maren Hassinger

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